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Reconforta en momentos de tristeza. Ahuyenta los sentimientos de inseguridad y vulnerabilidad. Alivia estados de ansiedad, shock y ataques de pánico
Cuenta la tradición que unos de los componentes imprescindibles de los famosos elixires de la juventud medievales era la melisa. Se decía que tenía el poder de alegrar el espíritu, fortalecer la memoria y ahuyentar la tristeza. Es uno de los remedios más utilizados por nuestros antepasados para aplacar los nervios. Se considera como un recurso adecuado para eliminar las palpitaciones cuando son de origen nervioso.